ADVERTENCIA

Esta es la historia de unas personas, amigos, que comenzaron a reencontrarse por medio de cartas via mail... lo que suceda está por verse... está diagramado a tiempo real (una carta espera a la otra, casi siempre) si sos impaciente... ni lo intentes, los autores no se hacen responsables de daños colaterales. Lo que si te recomiendan es que empieces por la primera carta, asi la comprension global de la historia es mayor, busca en la barra lateral las publicaciones o anda hasta el final del blog (que ahi comienza) y buena jornada literaria.

lunes, 20 de abril de 2009

20 de abril de 2009
Pablo:
Te confieso que tu carta, mejor dicho todas tus cartas, no dejan de sorprenderme y, como si fuera poco, activan mi cabeza de forma asombrosa. Lo que no sé si es bueno o malo para mi estado. Mi capacidad de reflexión ha tocado fondo, posiblemente por haber estado tanto tiempo concentrado en mis pensamientos durante demasiado tiempo. Cuando intento recordar algo, oigo rechinar todos los músculos del cuerpo. Tengo la impresión de haberme convertido en el hombre de lata. De vez en cuando me planto frente al espejo del baño a mirarme la cara para ver si percibo algún cambio en ella... y nada, todo sigue igual a como lo recuerdo. Llegué a tomarme la temperatura corporal y era la esperable. Intento leer los diarios para distraerme un poco y nada me llama la atención, son acontecimientos de un mundo distinto al mío, lejano. En el mundo donde estoy, sólo se escucha mi respiración rítmica y el tic tac del relo. A veces coinciden en el tempo del ritmo. Tengo la impresión de que si no hablo con alguien, fuera quien fuese, me voy alejando cada vez más, de la realidad. Fue entonces donde la palabra “realidad” sonó diferente a las demás palabras que venía masticando hace días. ¿De qué realidad hablo? ¿Acaso no será esta mi realidad? Después de todo, la realidad se compone de diferentes capas. Vos, con la realidad que me contas en tus cartas, tal vez sea esa la verdad. Y yo con estas ideas que mastico, lenta pero constantemente, en mi cabeza. La cuestión es qé realidad escojo para seguir adelante.
Luego de esta reflexión no volvió a dolerme la cabeza, aunque sigo incapaz de seguir pensando. No tengo ganas de hacer nada. Tomo un sorbo de café frío y me quedo contemplando mi cara en el reflejo del ventanal de la habitación. Así, no más, me dejo estar en el resto del tiempo. Tengo la seguridad de que debo dejar escurrir la memoria de estos largos días de pensamientos, así, finalmente entrará en mí algo nuevo. Entonces arrastro mi cuerpo hacia el letargo. De repente al estirar mis piernas, suena mi columna vertebral, como quién chasquea los dedos, y el sueño acudie a mí de inmediato como si me hubiera estado aguardando. En el instante de dormirme pensé algo lejano y difuso y me sumergí en el sueño. A pesar de ser las primeras horas de la tarde.
Un sonido agudo me arrancó de la pequeña siesta. Un sueño corto y desagradable ha dejado en mi cuerpo la sensación de que, mientras dormía, alguien había estado pateando mi cabeza. Ese alguien esperó a que me durmiera para entrar en mi cuarto y comenzar a patearme y se había ido poco antes de que me despierte. Tenía los musculos entumecidos y no podía moverme. Distraido con esto, delo soñado sólo recuerdo algunos detalles. Una sensación de ira, angustia y la imagen de Laura enfrente mío pidiendo por favor. Mis manos alrededor de su cuello y sus ojos saliendosé de sus órbitas. La imagen viva del terror. Desde entonces trato de diferenciar qué es verdad y qué es un falso pensamiento que me pone enfrente la memoria, quizá para evitar ver algo peor. Algunas imágenes acuden a mi. Yo subiendo a un patrullero, sentado en un escritorio con un policía enfrente que me toma declaración. No logro recordar de qué hablo, pero te juro, que lo seguiré intentando. No sé si es el camino correcto, aunque seguiré en este sentido ya que es lo único que tengo.

Espero tu pronta respuesta. Saludos. Darío.

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