ADVERTENCIA

Esta es la historia de unas personas, amigos, que comenzaron a reencontrarse por medio de cartas via mail... lo que suceda está por verse... está diagramado a tiempo real (una carta espera a la otra, casi siempre) si sos impaciente... ni lo intentes, los autores no se hacen responsables de daños colaterales. Lo que si te recomiendan es que empieces por la primera carta, asi la comprension global de la historia es mayor, busca en la barra lateral las publicaciones o anda hasta el final del blog (que ahi comienza) y buena jornada literaria.

martes, 16 de junio de 2009

Pablo, 16 de junio de 2009

Pablo: Hola. Por lo que leí en tu carta te encuentro bastante preocupado por mi situación, bueno, quería decirte que no te preocupes, ya que me encuentro mejor. Los doctores dicen que mi recuperación es eminente, y, la verdad, es que yo me siento con mayor lucidez. Me llama la atención, debo confesarte, que aún suelo perderme en ciertas lagunas mentales, donde se me enreda la realidad con imágenes de dudosa evidencia. A propósito, quería comentarte que vino a verme nuevamente Carlitos, desde ya que no me animé a preguntarle si estaba vivo o era una alucinación mía. Real o no, hablamos mucho sobre vos, al parecer tiene muchos datos de ambos y cuenta una historia de triángulo amoroso, que era conocida por toda la ciudad menos por vos y que la noticia fue lo que desencadenó la seguidilla de hechos violentos. Todo venía bien hasta que comenzó a contarme como fue que te internaron y lo mal que te encontró la última vez que te vio. Cuando comenzó a decirme que estabas encerrado en el pabellón de agudos peligrosos opté por cortar la conversación y me levanté del banco con la excusa de tener sesión con mi terapeuta. Observé como Carlitos se ponía incómodo y hasta me pidió disculpas por tocar el tema. Lo positivo es que dado lo exagerado del personaje, pude darme cuenta de lo irreal que resultaba esa charla: no puedo dejar de reírme de lo dantesco de la imagen tuya en ese pabellón. Mi psiquiatra, al contarle esto, me dijo que lo que funciona como motor para crear estas historias “alocadas” es mi deseo de que ocupes mi lugar en el Hospital. Que increíble que es la mente, las cosas que puede crear para defenderse.
Ya que tuviste la oportunidad de ver a Lauri, te encargo que la saludes de parte mía y le dejes mis disculpas por traerla hasta el hospital con mis confusiones.
Saludos. Darío.

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