ADVERTENCIA

Esta es la historia de unas personas, amigos, que comenzaron a reencontrarse por medio de cartas via mail... lo que suceda está por verse... está diagramado a tiempo real (una carta espera a la otra, casi siempre) si sos impaciente... ni lo intentes, los autores no se hacen responsables de daños colaterales. Lo que si te recomiendan es que empieces por la primera carta, asi la comprension global de la historia es mayor, busca en la barra lateral las publicaciones o anda hasta el final del blog (que ahi comienza) y buena jornada literaria.

martes, 28 de abril de 2009

Pablo, 28 de abril de 2009

28 de abril de 2009
Pablo:
Hola, ¿Cómo te va? Disculpá que insista con esto, pero te noto un tanto enojado, quizá son ideas mías... puede ser. Igualmente te escribo porque me resulta necesario continuar hablando con vos. Y, además, lo que tengo para decirte no creo que te alegre.
Te cuento que la vida no deja de sorprenderme. Ayer vino a verme Laura. Te juro que, aunque estuvo poco tiempo, me alteró muchísimo su presencia. Por mi parte no pude articular una sola palabra, así que me quedé con muchas ganas de preguntarle cosas, pero quedé mudo como un pavo, con la vista posada sobre su panza. Está embarazada de cuatro meses. ¿Lo sabías? La historia es que ayer mientras dormia mi siesta de todas las tardes, sentí unos ojos posados en mi nuca, me di vuelta y ahí estaba ella, sentada en una silla, al lado de mi cama, mirándome. Yo no pude hablar, ni siquiera saludarla. Ella me dio un beso en la frente y comenzó a hablar sin parar por unos cuarenta minutos, más o menos. Entre las cosas que dijo, habló de su embarazo, yo ya había notado su panza. Dijo que no tenía muy claro quién era el padre. Puede que sea yo o el patovica, pero de ningún modo vos. Las fechas no coinciden con sus últimos encuentros. Dijo que me perdonaba la reacción violenta de aquella noche, que iba a esperar a que me mejore para hablar conmigo, que ella también tenía que darme explicaciones por todas las cagadas que se había mandado, que la relación fue de tres durante mucho tiempo y que ella no se perdonaba haber metido un cuarto. Después de decir todo esto sin parar, quiso comenzar a contarme lo que le dijeron los médicos del hospital sobre mi situación, pero se quebró y comenzó a llorar, apoyó su cabeza en mi pecho y nos quedamos así un largo rato. Yo, enfrascado en la confusión que toda esa información me produjo o por el efecto de la medicación, volví a dormirme. Al despertar ella ya no estaba. Sólo me quedó de su visita un paquete de bizcochitos de grasa sobre la mesita de luz y un sabor amargo y confuso en la boca. ¿Qué querés que te diga? Cada vez se me confunden más las cosas, o se me aclaran para un lado peligroso e inestable. Ahora resulta que con Laura te engañábamos. ¿ Lo sabías? Disculpá que te arroje todo esto por la cara, pero no encontré otra forma de suavisarlo. No quiero empeorar la situación actual tuya,. Pero me propuse hablarte con la verdad y espero que así me correspondas.
Saludos. Darío.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo soño o lo vivió?? cúal es la diferens???