Dario, 16 de Julio de 2009

Darío, sabes que leyendo tu última comunicación, no sé si realmente estas tan loco, como dicen los médicos o realmente sos un psicópata o un reverendo hijo de puta que juega con mi mente. Lo que siento es que me boludeas, que ya pasa de una pérdida de memoria o de una memoria selectiva. Loco a Milton lo mataste vos, cuando te pusiste como loco, para mostrar que hablábamos en serio, apuntaste y disparaste contra la puerta, cayó el y perdiste el control definitivamente, seguiste y seguiste, además el fue amigo desde antes que nos conociéramos nosotros. Ves porque te digo que me siento así.
Sé que estas cosas que te digo realmente te cagan la cabeza, pero por si no “recordas” nosotros practicábamos tiro con las latitas de cerveza, en la cancha de futbol, de eso ¿tampoco te acordas?, no me jodas chabón, porque yo sé que sos peligroso. Me acuerdo de las cosas que hiciste en nombre de las voces de tu cabeza, de las realidades que pasábamos. Mira, quien está adentro y quien afuera ahora.
Verdaderamente estas actitudes me embolan, yo intento renovar la amistad perdida, de darte las herramientas para que puedas salir, mejorarte y vivir una vida como la que hoy por suerte la vida me deja vivir, aunque hoy no tengo un peso ni para sentarme a chequear lo mails, gasto lo último que tengo en venir a ver como estas, me encuentro con esto.
Por lo de Laura me alegro que tu prima te visite es lo menos que puede hacer, después de haber sido una de las que desato tu estado, por ahí ella te da las claves para salir, y el pasear afuera te recuerde lo bueno de la vida, sabe que la realidad percibida no es lo mismo que la realidad misma, y eso también cuenta para mí. Porque realmente no sé si percibo ya que soy una víctima o un pelotudo que te da bola en los delirios ocasionales.
Esto me está cagando la cabeza a mí también, ya me trajo problemas con mi novia porque al verme así pregunta y tengo que contarle partes de mi vida que quería hasta el día de mi muerte olvidar. Recuerdo cosas que hicimos, que hiciste, y no me siento contento para nada de eso.
Por lo demás entiendo si queres dejar de hablarme, te entiendo. Yo me voy a tomar unos días para pensarlo también. No quiero más pasar por esto. No quiero más sentirme ni víctima ni un boludo.
Si tu alter ego te permite en una de esas sesiones catatónicas que mantenés con tus visitas imaginarias, pedile que te muestre en realidad por lo que estás ahí, sentí como lo hago yo cada vez que cierro los ojos para dormirme, el olor, la textura y la imagen de la sangre.
Espero que te puedas mejorar pronto.
Saludos Pablo.