Dario, 25 de Julio de 2009.

Darío, siento que de a poco, nos acercamos a algunas realidades y de sopetón retrocedemos miles de años, empiezo a contarte un sinfín de cosas que me pasaron y pasan con respecto a tu memoria. Creo fehacientemente que no querés recordar la realidad, que te vas acomodando a lo que se te ocurre, a lo que sentís en el momento, quisiera que leas la carta del 17 de marzo, creo si mal no recuerdo, fue la segunda, donde me decías textual:
“…El impacto lo causó tu sospecha sobre mi relación con Laura… No creo que te hayas olvidado que fue por parte mía que conociste a Laura… ella era mi prima…” y no puedo entender que me digas de un trió amoroso.
Capaz que mientras estaba con Laura haya estado con vos, no me extrañaría de ella nada en este sentido, si se que de enterarme o sospechar algo, esta sería la primera vez. Sabes que mientras estábamos juntos ella estaba con el que hoy es su pareja, y por el cual me dejo.
Por lo de los sueños, ahora me decís que son sueños, pero cuando estuve con vos sentado ahí, y no tenias mas gestos que un potus, ¿no estabas también en una realidad?, por lo que muchas veces me cuesta entender cuáles de estos “flashes que tenes son los que son reales y cuales son ficticios y hasta qué punto la historia no se transforma en una fabula grotesca de las diferentes realidades.
Por lo pronto lo único que te puedo decir es que “mi” realidad me dice que cuando escuchaste las voces, que tan reales eran para vos, hiciste cagadas y nos involucramos todos en mayor o menor medida. Algunos zafamos y otros están dos metros bajo tierra. Se desde lo más profundo de mi interior que lo que quiero es que algún día nos encontremos afuera, y leamos las cosas que pones y nos caguemos de risa, siempre con una cerveza de por medio. Siento hoy a la distancia que mucho no hemos avanzado, ya que las cosas que te digo no las sentís como ciertas y seguís escuchando a tus sueños o “realidades alternas”, mucho mas no tengo para decirte, que se yo, si necesitas algunas palabras de aliento o de realidad, sabes que acá estoy.
La victima de toda esta situación, realmente es la realidad, porque por más que yo muchas veces siento que hablo con otras personas, y no con vos, en el fondo tengo la esperanza de que seas vos volviendo a ser el mismo de siempre, el que eras antes de las voces y que nos permitieras ayudarte a conocer el porqué estas ahí.
Tus “loqueros” me recomendaron que no te deje más pistas o información sobre lo que te paso. Hable ayer después de leer tu carta con ellos, con el canoso de pelo cortito, después llego el gordito de barba candado, y me cagaron a pedo, me dijeron que lo que logre con mi cuota de realidad, es cagarte un poco más la cabeza. Así que hermanito te digo que muchas cosas mas no te puedo contar ya.
Lo de la pelea con tu familia en el juicio tendrá que esperar.
Un abrazo, cuídate y toma la medicación, Pablo.
PD: por ahí la semana que viene estoy por ahí, si me sale un viajecito.